Ir a la etapa número: 1| 2| 3| 4| 5| 6| 7| 8| 9| 10| 11| 12| 13| 14| 15| 16| 17| 18| 19| 20| 21| 22| 23| 24| 25| 26| 27



23



En Bourges, la siguiente ciudad importante continuando hacia el sur, comimos sentados en el Jardín del Arzobispo. Y ya en pleno Macizo Central, la única cadena montañosa no fronteriza que salpica la gran llanura francesa, nos detuvimos en Clermont-Ferrand, la ciudad de la marca Michelin donde se originó la saga de fabricantes de neumáticos más célebre de la automoción.

Antes de llegar estuvimos en esta curiosidad geográfica: el área du Centre de la France, en el término de Farges-Allichamps. Es el punto medio equidistante entre todos los extremos territoriales del país. O sea, el lugar más continental de Francia, exactamente en el vértice de este puente sobre la A71:



Tranquilos, que en España tenemos el nuestro: Se trata de la localidad toledana de Nombela, junto a Escalona. Tiene el récord de continentalidad porque se ubica equidistantemente a Comillas (Cantabria) con 372 km, al puerto de València con 364 km, al de Málaga con 372 km y al portugués de Espinho, cerca de Oporto, también con 364 km. Ningún otro espacio de Castilla está más lejos del agua salada…

En la crepería Menhir, en una callejuela del centro, cenamos unas muy ricas hechas, como es tradicional en Francia, con harina de trigo negro o sarrasin. El gusto es característico y el color más oscuro. Merecen la pena.

En un área de la autopista A75, yendo más hacia el Sur, cambiamos de nuevo el aceite y también los filtros al Renault. Lo habíamos comprado todo en el Cora de Verdun dos días antes.

Luego, nos salimos a coger el sueño a la carretera nacional N88, que además de ser más tranquila inicia un atajo hacia Toulouse.