Las estadísticas:

Vehículo: Mercedes-Benz Viano Marco Polo 3.2, versión 2004
Km totales: 9058
Duración: 33 días (del 2 MAR al 3 ABR 2005)
Países en tránsito: 11
Monedas utilizadas: 4 (EUR, CHF, HUF, CZK)
Poblaciones visitadas: 56
Presupuesto íntegro todo incluído 2 personas 33 días: 5200 € (78 € persona/día combustible, comidas, compras y extras)

Aunque va camino de haber sucedido hace dos años, éste ha sido por el momento el viaje más largo que hemos hecho con la Marco Polo, con la que todavía no superamos aquel otro de 2001 a Escandinavia de algo menos de 11000 km con el Renault 21 TXE 2.0.

He conseguido reunir la viejas notas y fotografías tomadas durante aquellos días y me pongo ahora a pergeñar la redacción para que podáis hacer el recorrido virtualmente con nosotros.

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Todo empezó a media tarde en cuanto acabó la compra grande en el supermercado del barrio. Que aquí se llaman El Árbol.

Es una de esas etapas tontas, sin gracia. Para el que nació fuera de Castilla, es probable que la sucesión de llanuras cerealistas sea una atracción. Pero para nosotros es un aburrimiento muy grande no ver montañas, no ver árboles por ningún sitio...

Me acuerdo de un viaje hace como quince años, entre Guipúzcoa y Salamanca, en un departamento de tren, de aquellos de ocho plazas... Enfrente iba un chaval de Ermua, de carrillos sonrosados y mirada noble que seguramente había viajado poco allende los prados y los valles de su comarca. Nada más pasar la estación de Alsasua, cuando ya empieza la Llanada Alavesa, y desde luego en cuanto rebasamos el desfiladero de Pancorbo, donde la tierra empieza a nivelarse y a no tener horizonte, sólo sabía decir a cada momento con ojos grandes y chisporroteantes de ilusión mirando las fincas por la ventanilla:

–¡Jo!, ¡Menudo campo de fútbol saldría de ese terreno...!

Una sola parada en la gasolinera de Villagonzalo, a las puertas de Burgos, nos transfirió de la A62 a la AP1, que entonces no era tan aristócrata y se llamaba A1 a secas. Lo mismo le pasaba a la A68, que ahora los despachos de Fomento denominan AP68, para recalcarnos, por si alguno no se había dado cuenta, la pe de pagar. Por ella circulábamos cuando nos entró el sueño a la altura de Haro. Y, haciendo caso de los consejos de la DGT, allí mismo, en el área de descanso, nos quedamos dormidos.

Por suerte, esa noche fue todo muy bien y no nos pasó lo que meses después, en la madrugada del 16 al 17 de octubre, nos ocurriría en una de las siguientes de la misma calzada, en Mallén:

Cuando, recién cenados en la furgo, estábamos partiéndonos de risa en lo mejor de los sketches de ¡Vaya Semanita!, que para los que sois de fuera de Euskadi es el programa de humor de la ETB2 que luego se produjo con algunas variaciones y escasa audiencia en TVE1 bajo la denominación Made in China, con algo menos de carga en la crítica política... pues cuando estábamos viendo eso, completamente solos en el área, sin coches de ningún tipo, a miles de metros del núcleo poblado más cercano... de repente... apareció una cara humana salida de la oscuridad en la ventanilla del copiloto, por fuera. Subió el rostro para mirar el interior y volvió a bajar. Nada más. Y nada menos...

Creo que fueron cinco los segundos que tardamos en arrancar y salir zumbando de allí. Acojonaos...

¿Un psicópata de alguna finca cercana? ¿Un ladrón de caravanas preparando el asalto? ¿Un reflejo de nosotros mismos al movernos? ¿Una ilusión óptica entre la luz del interior y la negrura de la calle?

Por el retrovisor no se veía a nadie, todo estaba vacío... nunca sabremos si fue verdad lo que vimos. No quisimos comprobarlo. Hay que estar allí para creerlo. Fue simple instinto de superviviencia... Cualquier día le escribiremos al Iker Jiménez, de Cuarto Milenio, para ver si sabe de casos similares...

Podéis imaginar por qué tardé tan poco en diseñar este brico...