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Hay algunas veces durante los días de mucha lluvia y/o mucho viento en las que, como no es recomendable tener el techo de la furgo elevado, pues tampoco es viable usar la ducha interior.

Para esos casos, casi siempre en invierno, en los que naturalmente tampoco procede usar la ducha exterior, va pensado este brico que hemos descubierto por casualidad al asociar estas ideas:

– Los baños para minusválidos (áreas de descanso, estaciones de autobuses, casetas de playa, parques públicos, áreas de servicio...) suelen tener en el suelo un sumidero para limpiarlos a manguera. Por lo tanto, echar agua sobre ellos no tiene la menor trascendencia. Lo mismo sucede en las cabinas de WC con taza turca.



– En muchos de ellos, al tratarse de estancias interiores de edificios, la temperatura es muy superior a la de la calle. Mucho más si se trata de áreas de descanso suizas, austriacas o de las partes alpinas de Francia o Alemania: tienen calefacción.

En su consecuencia, hemos probado in situ y con éxito la posibilidad de ducharse con un invento portátil rápido, confortable y muy económico de construir: 19 €.

Para llevarlo a cabo, no hace falta esencialmente más que una garrafa de agua mineral de cinco litros (que llenaremos en la furgo a unos 40ºC con el calentador o un cazo al fuego, o incluso en el grifo de agua caliente del WC si lo hay), una llave de paso, un racor loco y un racor de alcachofa de ducha.



Al tapón de la garrafa le hacemos con un broca cónica una perforación de 16 mm ø por donde pasaremos uno de los extremos de la llave de paso.





Para que quede retenido sólo habrá que poner en el lado interior algún sistema estanco y sólido, como por ejemplo lo que nos queda de un rollo de celo terminado y un poco de masilla bicomponente que se pondrá dura en unos cinco minutos.



Para unir la llave con el racor loco, como son prácticamente del mismo diámetro, nos bastará una vuelta de cinta aislante y encajará a presión.





Como parte final, usaremos sólo el extremo de un racor Hozelock de ducha o cualquier otro que tenga la misma rosca de 3/4".







De esta forma ya podremos probar el tapón en su rosca original.



Para que el agua fluya correctamente mientras se va reponiendo el volumen evacuado con aire atmosférico, es muy conveniente (aunque no imprescindible) instalar un pequeño respiradero que se hace simplemente perforando la base de la garrafa con una broca de pala de 26 mm ø



e insertando por la bocana con la ayuda de un palo largo



un racor de salida de depósito de 3/4"



según esta secuencia:



Todo el conjunto se afianza con la tuerca exterior





y se obtura con el tapón que, más o menos abierto, nos dará un mejor caudal de salida.



Este depósito-ducha está pensado para sujetarse en la parte alta de la habitación donde se vaya a usar. En los baños de las áreas de descanso francesas, por ejemplo, es muy común que los techos estén descubiertos, con las vigas vistas, para mejor ventilación. Y además los espacios superiores suelen tener rejillas metálicas y otros elementos donde es muy fácil colgar este objeto.

Para que la sujeción sea estable, nos ha parecido que el mejor sistema es la bolsa de tela. Que tiene muy poca complicación en su confección.

Sólo hay que recortar un par de retales iguales de una loneta de algodón un poco fuerte de unos 45 x 33 cm,



rematarles el perímetro con plancha y Fiselina o bien con la máquina de coser (> Ver cómo hacerlo)



y dar una puntada que los una completamente excepto el extremo por donde meteremos la garrafa y un pequeño espacio al otro lado por el que asomará la bocana.



Si queremos suspender este elemento de algo más de cinco kilogramos y deseamos que la tela aguante sin deformaciones ni roturas, hay que reforzarla, por ejemplo, usando unas rodilleras autoadhesivas dobladas por la mitad en cada solapa (se pegan con la plancha de vapor).





En el centro de cada una marcamos un punto para perforar unos ojetes con el conocido kit de ollaos



que venden en mercerías, guarnicionerías y comercios de toldos, zapatería, cuero, hípica y bolsos.



El procedimiento es muy fácil: gracias al borde cortante del troquel



puesto boca abajo sobre el punto a cortar, un simple martillazo sobre la tela (con unos papeles de periódico debajo) basta para dejar un ojete perfecto.





Para poner el ollao en el ojete, situamos la parte macho encima del yunque,



encajamos la tela,



tapamos con la arandela hembra,



ponemos encima el martillo del kit y suavemente vamos golpeando en el centro exacto para que la rebaba del macho se vaya abriendo en forma de flor sobre la hembra.



Nos quedará perfecto por este reverso, que será el menos visto,



y mucho mejor por el anverso.



De esta forma, metida la garrafa, tendremos una sólida bolsa-soporte







que podrá sujetarse por cualquier medio (como los ganchos GRUNDTAL de IKEA (0,40 € en 2009), las ventosas, etc).







Para ir discretamente de la furgo al WC donde nos vayamos a duchar, basta con una pequeña mochila donde podremos llevar todo junto: también las chanclas para no pisar el suelo, la toalla para secarnos, el conjunto de ducha y la ropa limpia.



El caudal es generoso, caliente y podemos detenerlo en cualquier momento con sólo girar la llave para, por ejemplo, enjabonarnos. Y desde luego también puede usarse en casa ese día que se nos ha estropeado el calentador...